Prepara la terraza de tu restaurante para este invierno y acaba con la estacionalidad
La estacionalidad es uno de los problemas más complejos a los que deben hacer frente aquellos que se dedican a la hostelería: bares y restaurantes pueden tener enormes fluctuaciones de clientes e ingresos dependiendo de la temporada. ¡Especialmente aquellos con terraza!
Pero la estacionalidad puede afrontarse y gestionarse de muchas formas. Una de ellas: sacarle el máximo rendimiento posible a tu terraza con un acristalamiento de última generación. ¡Sigue leyendo y descubre los motivos!
Terrazas y estacionalidad
Las oscilaciones de temporada en hostelería varían mucho, eso es cierto, con la geografía.
A nivel europeo, España está considerada en general como un destino turístico de sol y playa. El 70% de los turistas extranjeros que llegan a nuestro país buscan principalmente eso, así que el bajón en invierno es considerable.
Pero dentro de España hay mucha variedad: las ciudades del interior, o las capitales con gran oferta cultural, siempre se ven menos afectadas por la temporada baja que zonas como por ejemplo las Baleares, en las que la actividad hotelera se reduce en un 80%, arrastrando consigo al resto de hosteleros.
Bares, cafeterías y restaurantes, al nutrirse de forma sostenida de la propia población local, tampoco dependen tanto del turismo como el sector hotelero. Pero todos los que tienen terraza ven reducidos sus beneficios en la estación fría. Incluso en una capital como Madrid, en la que la afluencia de público local y extranjero es siempre alta.
Así que, entre las muchas estrategias posibles para combatir la estacionalidad, está claro que aprovechar al 100% la terraza del restaurante es una de las obligatorias. Y en esto jugarán un papel central los cerramientos acristalados para restaurantes.
Los cerramientos tradicionales como solución para terrazas de restaurante: pros y contras
Tomar algo en una terraza es una de las cosas más agradables del mundo para cualquier cliente… a menos que haga frío, viento, o llueva. Estas condiciones llevan a terrazas con
- Menor ocupación
- Ocupaciones más breves
- Tickets medios más bajos
Eso si es que no hay que renunciar directamente a la terraza y a sus potenciales ingresos.
Los sistemas de entoldados con calefacción son una solución parcial, cuyo coste reduce el beneficio por la ocupación de la terraza, y que tampoco protege frente a lluvia o tiempo desapacible y desagradable.
Por eso, el cerramiento acristalado ha sido siempre una solución a considerar. Tiene muchos aspectos positivos:
- Creas un lugar cerrado o semicerrado, y por tanto más protegido frente a las inclemencias del tiempo
- Al quedar protegido, es un espacio mucho más fácil y barato de climatizar
- Te permite explotar a fondo la terraza en invierno
Por desgracia, también tiene bastantes contras:
- Lo que queda cerrado, queda cerrado. Ganas terraza invernal a costa de quitarle encanto a la terraza en verano, ya que no estará al aire libre
- El aluminio que sujeta los cristales no es lo más bonito del mundo, el resultado desde el exterior es antiestético
- La vista de la terraza queda interrumpida, ya que la mitad baja del cerramiento suele ser opaca, y los perfiles estropean la visión desde dentro y desde fuera. Esto significa peor experiencia para el cliente de dentro, y peor escaparate para el público de fuera
Si queremos combatir los efectos de la estacionalidad, la capacidad de hacerse atractivo para el que pasa por delante es un elemento clave, y el cerramiento tradicional, en esto, puede perjudicar más que ayudar.
Por suerte, la tecnología del acristalamiento ha evolucionado en la última década, y ahora el hostelero dispone de una solución mucho más eficaz.
Terrazas de restaurante con cortinas de cristal
Las cortinas de cristal son un sistema de acristalamiento que rompe con el montaje tradicional para introducir una alternativa muchísimo más versátil para el propietario de un restaurante o cafetería.

Cerramiento de restaurantes en Madrid con cortinas de cristal plegables
En vez de sujetarse sobre una estructura de perfiles metálicos verticales y horizontales, la única estructura que necesitan las cortinas de cristal es un suelo y un “techo”. Se trata de láminas ininterrumpidas de cristal templado, de unos 10mm de grosor, que se fijan por arriba y por abajo con un sistema de guías y rodamientos.
Este sistema permite una gran apertura:
- Puedes recogerlas todas juntas a la vez, “plegándolas” como un abanico y dejándolas recogidas a un lado, ocupando poquísimo espacio, y en cuestión de segundos
¿A que ya le ves el inmenso potencial para tu bar o restaurante? Las cortinas de cristal mantienen todas las ventajas de los cerramientos tradicionales, y eliminan con su mecanismo todas las desventajas:
- La terraza queda cerrada cuando la quieres cerrada… pero puedes abrirla al 100% cuando venga el buen tiempo.
- Puedes responder de forma inmediata ante una lluvia inesperada cerrando la terraza en segundos, para satisfacción de los clientes.
- Climatizar el interior es facilísimo y más barato, y no sólo en invierno.
- Las vistas no se interrumpen, el cliente puede disfrutar de la panorámica, y el transeúnte verá toda la terraza, a los clientes satisfechos de dentro, y los sitios vacíos en los que podría sentarse.
- La estética del conjunto es excelente porque la estructura metálica es mínima. Aumenta el valor del negocio.
- Tu terraza de invierno deja de ser un hándicap para convertirse en un escaparate de tu local de restauración.
Los resultados son evidentes para todo hostelero que las introduce en su negocio: mayor afluencia de público, mayor aprovechamiento de la terraza, mayor satisfacción del cliente, mayor capacidad de captación… ¡sin duda es una excelente herramienta contra la estacionalidad en hostelería!
Los techos de cristal le ponen la guinda a la terraza de tu restaurante
Cuando existe un techo o pérgola de obra, las cortinas de cristal ya cuentan con una sujeción suficiente. Pero en un espacio totalmente abierto, será necesario cubrir el cerramiento con techos fijos de cristal.
El hostelero puede optar entre un techo móvil o fijo, si bien la opción móvil es siempre más versátil, ya que permite abrir las lamas de cristal del techo (de forma manual o eléctrica) y ventilar o dejar correr el aire cuando el tiempo invite a ello.
Con una decoración adecuada, puedes crear el entorno más agradable del mundo para tomar un café o cenar con alguien especial… y dejar que todo aquel que pase por la calle lo vea y lo desee.
La seguridad de las cortinas de cristal
Algunos propietarios de restaurantes, bares y cafeterías sienten resistencia a acristalar al exterior, y por motivos bien razonables: el cristal es, a priori, frágil, y la calle es un lugar incontrolado en el que lo inesperado siempre puede ocurrir. ¡Algo tan simple como una de esas granizadas bestiales que caen de vez en cuando!
Y, como es lógico, ningún restaurador quiere a ningún cliente herido por un cristal roto.
Peso esto también deja de ser una preocupación con un cerramiento con cortinas de cristal, ya que están hechas de cristal templado. Puedes ver aquí todos los detalles de nuestros vidrios.
Este material empieza siendo un vidrio grueso y corriente, que se somete a un proceso industrial de semi-fundido y enfriado que altera por completo su estructura interna. Una vez “templado”, este cristal:
- Es mucho más flexible y mucho más resistente a impactos directos y a fuerzas tensionales.
- En el caso extremo de romperse, lo hace en miles de fragmentos diminutos y sin filos cortantes.
Y la tranquilidad del propietario con el cristal templado no se basa en afirmaciones comerciales, sino en la norma UNE-EN 12150 que define de forma cerrada este vidrio de seguridad.
Se trata del tipo de vidrio que se utiliza en automoción y en construcción, y su categoría de vidrio de seguridad está controlada por la Unión Europea. ¡Todos tus clientes estarán seguros!
Contra la estacionalidad en restauración, cortinas de cristal
Hay muchas otras iniciativas que un restaurador, de Madrid o de cualquier otro punto de España, puede emprender para luchar contra la estacionalidad y el descenso del volumen de negocio en invierno:
- Control sistemático de tendencias del negocio y ajuste correspondiente del personal.
- Difusión de cartas de temporada o productos especiales.
- Inversión en interiorismo y marketing.
Es necesario emprenderlas, porque no sólo luchamos contra la estacionalidad, sino contra la misma competencia del sector. Con entorno a 280.000 locales de restauración en España, está claro que hay que invertir en diferenciarse e impactar.
Pero la más sencilla, rápida y rentable de esas iniciativas, y que servirá para impulsar cualquier otra, es sin duda cerrar la terraza del restaurante con cortinas de cristal, y explotarlo al máximo los 365 días del año.
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